miércoles, mayo 20, 2009

Monólogo de una Mujer

> Este monologo es de una de las pocas mujeres que hacen monologos en
> la tele. Disfrutadlo:
 

> Las mujeres somos víctimas de un complot urdido por mentes
> perversas que se reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos
> llaman 'tendencias de moda'. ¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen? Yo me
> imagino que llega Paco Rabanne y dice:
> - 'Veo que este año se va a llevar el azul petróleo'.Y saltan a dúo
> Victorio y Lucchino:
> - 'Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto, ¡y que
> se jodan!'. 
> se jodan!'. 

> ¡Y date por jodida! Porque la moda no es una industria. ¡Es una
> secta dirigida por maricones! Y de esos seres que nos odian ¿qué
> podemos esperar?... Si nos hacen ir con estos pantalones que se
> abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que vamos bien (Creo que
> lo hacen para que luzcamos esos ridículos tangas que tanto
> molestan). O con esos otros pantalones de pata larga que van
> limpiando las aceras.
> ¿Ustedes saben lo que son las fashion victims? Son las mujeres que
> han caído en sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se
> acercan a un escaparate, oyen voces en su cabeza: 'El poder de la
> moda te obliga', 'el poder de Dior te gobierna'.
> Realmente, yo me dí cuenta del poder que tiene esta secta cuando
> intenté comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido
> rojo. Pues no.¡Porque las tiendas están en el ajo! Son las
> representantes de Dior en la tierra. Y, claro, llego yo, y le digo a
> la dependienta:
> - Buscaba un vestido rojo.
> Y me suelta:
> - ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año viene el azul
> petróleo. 
> - ¿Y eso rojo de ahí?
> - Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.
> ¡Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de
> repente, me veo diciendo:
> - Vale, sácame uno azul petróleo de la 38.
> Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un Fiat Panda
> desde un todoterreno:
> - ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.
> Claro, yo la miré a ella como diciendo: 'Y tu estarás entre
> gilipollas y tonta del culo'
> Pero le dije:
> - Perdona, yo soy una 38.
> - No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes?
> Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta.
> Disminuir tu autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo dije:
> - Con esto no me pillan. ¡Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que
> meter a rosca!
> Y, claro, te miras al espejo y ves lo que ves. Una morcilla. Una
> morcilla azul petróleo.

> Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un
> kilo, ¿por que la talla 38 no es siempre la talla 38? Tú vas al
> Carrefour y la talla 38 se la puede poner King África y, sin
> embargo, te vas a Versace y la 38 no se la pone ni Melody.

> Total, que hice lo que hacemos todas: llevármelo. Si, porque pensé
> lo que pensamos todas: 'Así me obligo a adelgazar'. 'Me obligo a
> adelgazar.' 
> ¿Seremos idiotas? A las dos semanas te estás obligando a regalárselo
> a tu sobrina. ¡Es como comprarte unos zapatos del 34 para obligarte
> a que te encoja el pie!

> Pero es que ese es otro de los síntomas de que estás entrando en la
> secta: 
> someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces,
> cuando todavía no estás abducida del todo, consigues tener un
> momento de lucidez y decir: 'No, no me lo llevo'. Y, entonces, esa
> enviada del mal que es la dependienta te dice la frase definitiva:
> - Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver!
> ¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver... Eso es como comerte un
> trozo de moqueta: ¡como lo puedes devolver!

> Así que volví a casa con mi vestido azul petróleo de la 38.. Me lo
> pongo y le pregunto a mi marido:
> - ¿Como me queda?
> - Pequeño. 
> - ¿Si? ¿Me marca mucho?
> - Te va a hacer llagas.
> Ahí me dije: 'Tere, modérate. Esta es otra prueba. La secta de la
> moda quiere que rompas lazos con tu entorno'. '¡No, no van a poder
> conmigo!'. 
> Me lancé a la calle y no paré hasta que encontré el único vestido
> rojo que quedaba en toda la ciudad. Cuando lo vi, dije: '¡Me lo
> compro! ¡Que le den a Paco Rabanne!.Y que Victorio le dé a
> Lucchino....' ¡Ja! Y salí de la tienda triunfante, con mi vestido
> rojo. Pero la alegría me duró dos escaparates.
> Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De repente, se te viene el
> mundo encima: 'Coño, ¿y qué hago yo con un vestido rojo, si este año
> lo que se lleva es el azul petróleo?' Oye, que no pude pegar ojo en
> toda la noche.
> Tuve unas pesadillas... Estaba yo en una misa negra, atada de pies y
> manos, y los grandes gurús de la moda, rodeándome como en
> Poltergeist: 'Tereee. Veeen hacia el glamouuuuur.'
> Total, que me desperté, empapada en sudor y dije: '¡Vale, esta bien!
> ¡Me rindo!' Me unté entera con vaselina para que me entrara el
> traje, y me presenté en la boda de mi amiga Jessi, vestida de azul
> petróleo. 

> Cuando llegué a la iglesia me encontré con que íbamos todas
> iguales...Allí había más azul petróleo que en una playa del golfo
> Pérsico. Ahí te das cuenta de que te han captado, has entrado en la
> secta, y a partir de ese momento honrarás a Victorio y a Lucchino,
> no nombrarás a Chanel en vano y amarás a Dior sobre todas las cosas.

> PD.¿Alguién me puede explicar que coño es el color 'azul petróleo'??
> Tarde siglos en comprender que las cosas pueden ser de color
> buganvilla, no me jodais ahora con el petróleo, por favor!! El
> petróleo es negro como los cojones de un grillo!! (y perdón por la
> expresión...)

1 comentario:

Yuko Lihara: la bruja internacional dijo...

que cierto... la moda es incluso peor que las sectas...